lunes, 19 de septiembre de 2011

Triste Despedida

Ufff, que difícil es escribir en esta situación. Aquí estoy, en el aeropuerto de Dublín esperando a que salga la puerta de embarque, a una hora de poner rumbo a casa y con el corazón roto.
Es una tontería, me refiero a que Fran se queda aquí de vacaciones, son apenas dos semanas y vuelvo a verle pero... duele. La vuelta a la rutina no es fácil pero menos aún si sé que él no estará a mi lado.
Pienso en cómo organizarme estos días, tengo que sacar a Chester por la mañana antes de irme y volver corriendo en cuanto termine para que no lo pase mal, son muchas horas y no está acostumbrado. Volvemos al horario habitual en la oficina, de 8.30 a 17.30, pero eso suponen 10 horas en casa, solito y sin hacer sus cosas... Espero que todo vaya bien. Las tardes se van a reducir a sacarle según llegue y luego hacer algo de casa para volver a dar un buen paseo a las 20.30h. Tendré que cenar en casa de mis padres o con mis amigas pero pronto llega el viernes y nos vamos a Salobreña, en Granada, a pasar el fin de semana con amigos humanos y caninos. Lo pasaremos bien, no lo dudo, pero en cualquier caso echaremos de menos a Fran.
Es curioso porque no venimos de nuestra mejor racha, me refiero a que la cantidad de trabajo, la convivencia, las tareas de casa... han puesto poco a poco una barrera en nuestra comunicación que nos está costando superar, seguimos queriéndonos como siempre pero nos cuesta más demostrarlo. Sin embargo, tan sólo tres días de viaje fuera de nuestra rutina, nos vuelven a unir del todo y en este momento la separación duele más de lo debido, de lo esperado, de lo que quisiera...
En cuanto a Fran, estoy tan orgullosa de él... No todos hubiera cogido el toro por los cuernos en su lugar, contrató el viaje con una empresa que le facilitaría alojamiento y curso de inglés pero dos días antes de venirnos a Irlanda todavía no tenía nada de información. Es por eso que decidió venir de todos modos, aprovechar el dinero que todavía no había pagado para ir por libre a ver la isla. Al llegar aquí las cosas fueron tomando forma, se quedaría en Dublín como campo base entre semana, en Cork el fin de semana de su cumpleaños, y desde allí haría las excursiones necesarias; contrató los hostels, buscó empresas con excursiones interesantes y apuntó frases que podrían serle de ayuda... Ahora sé que tiene miedo, estar sólo en una ciudad que no conoces, con un idioma que no conoces, con costumbres que no conoces... es tremendamente duro pero él se ha enfrentado a muchas peores cosas y como siempre lo ha hecho va a salir airoso. Desde aquí te lo digo, mi amor, tu puedes.
No lo dudes ni un sólo momento, ni cuando lo repitas tres veces y no consigas lo que quieres... siempre puedes volverlo a intentar. No te quedarás sin comer, sin dormir y sin ver nada si tú no quieres porque tienes las herramientas y ahora vas a aprender a usarlas. Dublín será tu ciudad, crearás con ella un vínculo muy especial cuando la pierdas el miedo y pases a ser parte de su población; Entonces dejarás de mirar al cielo, a los edificios y los monumentos, pero no te preocupes que sólo dura un tiempo, cuando vuelvas como turista la guiñarás el ojo mientras observas sus tejados, escudos y paisajes y rememoras cómo era cuando tú formabas parte de ella como un Dubliner mas.
Te echo de menos. Un beso. Jara.

1 comentario:

  1. Peque lo mío no tiene importancia pero tienes que animarte que son solo 2 semanas.
    Ya sabes que si no puedes con todo puedes pedirle ayuda a mi familia que seguro que te tienden una mano.
    Te quiero y ánimo que ya es casi viernes.

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