Crema de Cabrales

Hoy comparto con vosotros otra receta que es muy útil tanto para cenas de tapeo como para presentarla en fiestas.

Se trata de una crema de queso hecha en casa cuya principal ventaja es que podéis personalizarla con vuestro queso favorito: Queso cabrales, de hoja, azul… Yo prefiero los quesos fuertes y sin lugar a dudas el cabrales es mi favorito.

La receta es muy sencilla y su aplicación versátil, puede presentarse como crema DIP de queso junto a panecillos para untar o incluso crudités; también se puede usar como relleno para sándwich, en tostas o canapés:

Yo estoy enamorada del queso, me encanta en todas sus formas y el cabrales es uno de esos quesos difíciles de encontrar, empezando porque cada vez más es sustituido en restaurantes y bares por un queso de hoja azul que aunque tiene el mismo fondo no es para nada igual. Además existe una crema de untar de cabrales que viene embasada en un bote de cristal pero es excesivamente fuerte y acaba quedándose pegado al paladar sin poder disfrutar de todo el sabor.

Como digo es cuestión de gustos, mi marido nada más sacar yo el queso cabrales de la nevera ya empieza a decir que huele fatal pero sin embargo yo disfruto muchísimo del sabor.

Pues bien, nadie dijo que fuera una receta sana: se utiliza una parte de queso y otra del mismo peso en mantequilla, se bate hasta que quede una masa uniforme y … voilá!!. Lo sé, lo sé… no resulta nada llamativo lo de la mantequilla; ya estoy buscando la forma de sustituirla por queso de untar pero todavía no he conseguido el mismo resultado así que os dejo la receta original mientras tanto.

Otro truco que utilizo es que, depende del queso que uséis, pero en el caso del cabrales (que es un queso muy seco) utilizo margarina en vez de mantequilla para conseguir que sea más fácil de untar y de textura más suave.

De verdad que triunfaréis con esta receta tan fácil de hacer y con tan pocos ingredientes, muchos me preguntan dónde lo he comprado y guardo el secreto de la receta para que no cambien de opinión respecto al resultado.

Animaros a probarlo y contadme qué tal queda con otros quesos.  Ser cheeseholics, digo lifeholics!!! Jejeje