Una boda en amarillo

Llevo muchísimo tiempo con ganas de empezar a escribir sobre bodas pero empezar ha sido difícil porque quería hacerlo con la mía propia y no me ha resultado sencillo plantearme cómo quería hacerlo.

Una de las primeras decisiones para la decoración de la boda fue la elección de la gama de colores, teníamos claro el amarillo, lo combinaríamos con el blanco y tenía que haber un tercer color que queríamos que fuera oscuro, pero el gris es muy frío así que nos decidimos por el chocolate.

En estos colores nos basamos para elegir nuestra ropa, decoración, invitación y cartelería, flores…

La novia, es decir, yo elegí un vestido sencillo para poder personalizarlo con un fajín color amarillo que iría a juego con los zapatos. El ramo de flores estaría formado por peonías blancas con craspedias, o mejor dicho, bolitas amarillas que me definen a la perfección:

Fran, el novio, llevó un chaqué en color gris con pañuelo amarillo, corbata en el mismo color y ramillete en la solapa en los mismos tonos que mi ramo

Las flores blancas y amarillas decoraron la celebración combinadas con tonos verdes para que el conjunto estuviera más integrado. Utilizamos figuras redondeadas tanto en el centro de mesa como en las grandes bolas que enmarcaban el “altar”, el pasillo estaba definido por unas bolas amarillas y blancas de margaritas en el suelo.

En la zona de la cena unos jarrones en distintas alturas con tulipanes amarillos y blancos estaban junto a las barras libres de bebida, donde además incluimos unos vasos con pajitas y unas servilletas con rayas blancas y amarillas.
Los jardines estaban decorados con grandes farolillos blancos y algunas mesas tenían arboles con velas que dieron un ambiente muy íntimo cuando se hizo de noche.

Sin lugar a dudas el protagonista en la decoración de la zona de baile fue la mesa de dulces con flores, manteles, cartelería e incluso los propios postres que seguían estas gamas de colores; pero ya os hablaré de esta mesa de dulces que dio mucho de qué hablar aunque os he adelantado una foto general de la misma (que estuvo oculta tras unos biombos hasta la hora del postre).

Ha sido difícil comenzar a comentar mi boda pero creo que a partir de ahora os contaré muchas ideas que he ido encontrando en el proceso de conseguir una boda original en España, un proceso nada fácil, verdad?

Os animo a luchar por la boda con la que soñáis, puede que no sea lo fácil pero sin lugar a dudas merece la pena conseguirlo y personalizar detalles de vuestra boda os hará sentir completamente identificados con ese día para el resto de vuestras vidas. Sed lifeholics!!!!

Fotografía: Adrián Tomadín ; Decoración: Momentos y Eventos (servicio integral de Wedding Planners) ; Flores: Mystic Gardens, Vestido: Innovias, Zapatos: Bruno Paoli, Chaqué: Sr. Chaqué, Finca: La Camarga