Así de primeras puede parecer una ardua tarea encontrar un buen lugar para comer con buena relación calidad-precio. Es, como todo, difícil pero no imposible. Aquí van mis recomendaciones:
- GENNYS, en Montague St, junto al St. Stephen's Green. Es un pequeño local donde acuden los trabajadores de la zona a comer, es por ello que las mesas pueden ser compartidas (nosotros comimos con un afable hombre en nuestra mesa). No os asustéis, aquí la gente es tremendamente amable y respetuosa; descubrimos que los irlandeses son amantes de una buena conversación ya que todas las mesas tenían gente desconocida que hablaba de las noticias, actualidad, el tiempo ...
En cuanto a la comida: Típica irlandesa. Tienen varios platos del día que ponen a la hora de comer, cuando nosotros fuimos había sopa de verduras por 3€ y por 6 o 6,5€ pescado, filete, pastel de carne, lasagna... todos estos platos vienen acompañados de guisantes, zanahorias y patatas asadas así que, aunque nosotros cometimos el error de pedir el menú de 2 platos por 8€ yo os recomiendo comer con tan sólo uno de ellos ya que la guarnición hace a las veces de primero, de verdad.
Ponen jarras de agua gratuitas en cada mesa ya que el agua de Dublín es potable, no sólo se puede beber sino que tiene muy buen sabor. También pan de centeno y mantequilla para acompañar a la comida.
De postre se incluye el café o té pero no os quedéis con esto, probad sus exquisitas tartas del día, todas ellas horneadas en el momento, servidas calientes con crema o helado por encima... Todo un arte que no os podéis perder.
Tienen un horario muy local, de oficinas: De lunes a viernes de 12 a 19.30 y los sabados sólo de 12 a 14.30 horas.
Otro de los sitios que hemos probado y nos ha encantado es: THE QUEEN OF TARTS, está en Cow’s Lane (hay otro en Dame St pero el primero tiene más encanto) y su horario es de 8 a 19 horas entre semana, sábados de 9 a 19 y domingos de 10 a 18 horas. Como está junto a la zona de Temple es perfecto para cenar justo antes de ir de Pubs pero, eso sí, con el mismo horario que lo haría un irlandés porque como veis cierra muy pronto y media hora antes del cierre ya no os dejan sentaros para cenar.
Tan sólo tienen desayunos, sándwiches y tartas. Vaya tartas!!! Nosotros comimos un sándwich cada uno, que vienen acompañados por ensalada y cuestan 8€. Preguntad cuál es el sándwich del día y no dudéis en pedirlo porque a nosotros nos gustó mucho más el recomendado, que era calentito, que el que pedimos de la carta que era frío.
Las tartas son impresionantes, por tan sólo 5€ los trozos son grandes, nosotros compartimos un trozo de Blueberrys and Apple Pie, caliente servida con crema, una delicia. Eso sí, caliente de verdad así que cuidado con esos paladares españoles que no estamos acostumbrados a las altas temperaturas usadas aquí para la comida y bebida.
En cuanto al calor de la comida, no dudéis en sorber (ligeramente) la sopa o el té antes de tomarlo, es la única forma de poder ingerirlo en los 15 minutos siguientes a haber sido servido. Aquí las cucharas de sopa son grandes, no caben en la boca para poder empujar el líquido mientras se enfría. Ah! Y el hot chocolate es muy muy muy caliente, la leche guarda mucha temperatura y como se os ocurra beber según llega tendréis la lengua de trapo durante unos días. Jejeje. Ya sabréis que no os hablo de oídas sino por propia experiencia.
Mi recomendación sería: Intentad seguid los horarios locales para las comidas por muy raros que os resulten, así podréis disfrutar del encanto de los pequeños locales, vivir las costumbres y disfrutar comida típica … Después de todo viajar consiste en eso, en ponerse en la piel de otras culturas y a lo mejor os sorprende descubrir que su horario de comidas os hace sentir mucho mejor… quién sabe, a nosotros nos pasó.
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